Muchos turistas buscan apartamentos en Barcelona para pasar el fin de año en una vibrante ciudad mediterránea. Barcelona es una elección segura para disfrutar de una buena fiesta de fin de año pero los visitantes también puede disfrutar de otras tradiciones culturales durante su estancia, como comer las uvas durante las doce campanadas finales o participar en la última carrera del año.
Barcelona es una ciudad famosa por su activa y ecléctica vida nocturna así como también por sus temperaturas templadas en invierno. Éstas son algunas de las razones por las que los turistas eligen Barcelona como su destinación de fin de año. Aun así, los viajeros que alquilen un apartamento en la ciudad para fin de año también pueden disfrutar de otras tradiciones culturales menos conocidas celebradas el 31 de diciembre.
La cuenta atrás: uvas y fuegos artificiales
La cuenta atrás para cambiar de un año al otro se sigue en Barcelona con tanta excitación como en el resto del mundo. Como muchas otras populares ciudades europeas, como París o Amsterdam, Barcelona también ofrece bonitos fuegos artificiales para dar la bienvenida al nuevo año.
El 31 de diciembre por la noche, los ciudadanos pueden disfrutar de un espectáculo de luces, agua y fuego desde las 23:30h en la Avenida Reina Maria Cristina. Esta avenida ofrece buenas vistas a la Montaña Mágica de Montjuïc, que se convierte en un reloj gigante a través de los efectos especiales. Toda la celebración iniciará con mensajes institucionales y un show de música y agua de la Fuente Mágica de Montjuïc. Después, el espectáculo oficial consistirá en música en directo acompañada de fuegos artificiales y bailes de los demonios tradicionales.
Los asistentes pueden postear sobre el evento en las redes sociales bajo el hashtag #holaBCN2016, que se mostrará en pantalla.
Además, cualquier ciudadano que viva en España sabe que la cuenta atrás se celebra de una forma particular. Todo el mundo debe comer doce uvas en los doce últimos segundos del año –una por campanada-. Esta tradición, que empezó en 1909 debido a un excedente de la producción de uvas, trae buena suerte para el próximo año.
La Carrera de las Narices ("Cursa dels Nassos" en catalán): el toque catalán
El 31 de diciembre un personaje ficticio creado para asustar a los niños llamado el “hombre de las narices” se pasea por las calles de la ciudad. La leyenda catalana dice que este hombre posee tantas narices como días tiene el año. Por lo tanto, los niños buscan entretenidos a un hombre que tiene 365 narices cuando al final y al cabo todo el mundo es "el hombre de las narices" ya que sólo queda un día en el año.
Aprovechando el nombre de este mito, Barcelona acoge tradicionalmente desde 1999 la “Carrera de las Narices”, al igual que muchas ciudades en el mundo acogen una carrera en el día de San Silvestre, el último día del año. A pesar de tratarse de una carrera de atletismo, la “Carrera de las Narices” tiene un carácter festivo y la mayoría de los ciudadanos lucen pelucas o accesorios de cotillón mientras participan. Manteniendo el espíritu deportivo, Barcelona también celebra el "primer baño del año" el 1 de enero como una manera de empezar el año de una forma saludable y energética en el mar Mediterráneo.
¿Dónde salir de fiesta?
Barcelona ofrece una amplia gama de lugares y clubes para ir de fiesta en la víspera de Año Nuevo. Algunos de los más populares son el Poble Espanyol, Razzmattazz, la Sala Apolo o la Sala Sidecar. Aquí puedes ver algunos de los sitios donde puedes ir recomendados por Time Out Barcelona (en catalán): https://www.timeout.cat/barcelona/ca/club/les-millors-festes-de-cap-dany-a-barcelona